La marca alemana provee al Moto GP de la flota oficial de los vehículos de seguridad desde 1991.
BMW está asociado a Dorna Sports, titular de los derechos de MotoGP, y desde hace varios años, una BMW Safety Bike es el vehículo de seguridad de la competencia. Primero fue la HP4, luego la BMW S 1000 RR y, desde 2021, la BMW M 1000 RR.
Durante un fin de semana de MotoGP, la moto de seguridad realiza diversas tareas para garantizar que los entrenamientos, las sesiones de clasificación y las carreras se desarrollen sin problemas. «Unos minutos antes del inicio de las competencias, del Sprint del sábado o la carrera tradicional del domingo, la BMW M 1000 RR MotoGP Safety Bike realiza las llamadas vueltas de inspección. El propósito de estos giros es comprobar, poco antes del inicio de la competencia, si la pista se encuentra en buenas condiciones o si, por el contrario, existe suciedad, aceite o algo similar en el circuito», explica Axel Mittler, director de marketing de MotoGP de BMW M GmbH.
De jueves a domingo, la BMW Safety Bike también sale a la pista para realizar pruebas técnicas varias veces al día, con el fin de comprobar los sistemas on-board de adquisición de datos. «Nuestras motos de seguridad (tenemos dos en cada ronda europea y una en las demás) están equipadas con la misma tecnología de sensores que las motos de MotoGP, Moto2 y Moto3», afirma Mittler. Además, se utilizan para certificar que el cronometraje funciona correctamente en todos los sectores y que todos los demás datos se están registrando correctamente.
Todos los televidentes, a su vez, suelen sentarse en el asiento de las BMW M MotoGP Safety Bikes: los viernes, las cadenas de televisión utilizan las motos para grabar imágenes a bordo durante las Media Laps, que luego se reproducen durante los programas de los fines de semana de Gran Premio.
Durante la fecha en Austin (GP de las Américas), Garrett Gerloff, piloto oficial de BMW Motorrad del Bonovo action BMW Racing Team de WorldSBK, se subió a la nueva BMW M 1000 RR MotoGP Safety Bike para dar unas vueltas en el Circuito de las Américas (COTA), y quedó impresionado: «La moto es alucinante. En la recta trasera me sorprendieron la potencia y los frenos. En ese sector llegué a 320 km/h e inmediatamente después tuve que frenar para entrar a una curva muy cerrada, de primera velocidad. No se siente muy diferente a manejar una moto de carrera y fue divertido sacarla a dar una vuelta. El MotoGP puede considerarse afortunado de tener una moto de seguridad de tan alta calidad dentro de la flota BMW M».