La tecnología está en desarrollo. Sería un gran aporte por la comodidad, facilidad de uso y ahorro de tiempo.
La carga inalámbrica es una de las grandes innovaciones que pueden cambiar la forma de convivir con un vehículo eléctrico. Al igual que en los celulares, en un futuro no muy lejano, los automóviles eléctricos se podrán recargar simplemente estacionándolos en lugares específicos. Esta tecnología está actualmente en una etapa de desarrollo avanzado, pero aún no extendida como la carga convencional mediante enchufe.
Un estudio publicado recientemente en reportlinker.com indica un futuro comercial muy promisorio para la carga inalámbrica. Se estima un crecimiento anual promedio del 50,9 % entre 2021 y 2027.
La recarga inalámbrica se basa en el principio de la inducción electromagnética, que permite la transmisión de energía sin necesidad de cables. Actualmente, existen varios fabricantes que la ofrecen, aunque su disponibilidad y adopción comercial varían según el país y el mercado.
En algunos casos, los sistemas de carga inalámbrica requieren la instalación de una placa de carga en el piso del garage o estacionamiento del automóvil, lo que puede aumentar el costo y la complejidad de la instalación. También pueden ser menos eficientes que la carga convencional mediante enchufe, ya que parte de la energía se pierde en la transmisión inalámbrica.
El otro aspecto en el que se está trabajando es la carga inalámbrica dinámica mediante la implantación de sistemas de recarga bajo el pavimento. Ya se están realizando algunos experimentos con proyectos piloto de carga real.
En movimiento
La carga inalámbrica dinámica de vehículos eléctricos es una tecnología en desarrollo cuyo objetivo es la recarga de las baterías de los vehículos eléctricos mientras están en movimiento, eliminando la necesidad de detenerse y conectar el vehículo a un punto de carga.
Se basa en el principio de carga por inducción electromagnética, similar al utilizado en la carga inalámbrica estática. Sin embargo, en lugar de estacionar el vehículo sobre una placa de carga, se instalan bobinas de carga en la infraestructura vial, como carreteras o carriles especiales, y se equipa al vehículo eléctrico con un receptor de carga. A medida que el vehículo circula sobre las bobinas de carga incorporadas en la carretera, se establece un campo magnético entre las bobinas y el receptor del vehículo, lo que permite la transferencia de energía y la recarga de la batería del automóvil mientras está en movimiento.
Sus ventajas van más allá de recargar en marcha. Se traduce en baterías más pequeñas, ya que no se necesitará acumular tanta energía para alcanzar otro punto de recarga. En el caso de tener que parar para recargar, los tiempos se reducirán. Los vehículos serán más ligeros y también más económicos. Además, esta tecnología podría ser especialmente útil para vehículos de transporte público, flotas y vehículos comerciales que pasan la mayor parte del tiempo en carreteras.
La carga inalámbrica tiene la ventaja de ser más cómoda y fácil de usar, ya que no requiere la manipulación del cable de carga y puede permitir una carga automática mientras el auto se encuentra estacionado. En resumen, es una tecnología interesante en desarrollo, pero todavía necesita mejorar en eficiencia y accesibilidad para ser una alternativa viable y económica a la carga convencional mediante enchufe.
Por Gustavo Jose Andrade
Director de Andrade Service
Autor del libro automóviles híbridos y eléctricos
Su taller se especializa en diagnóstico y reparación de autos