Los centros de esquí son clásicos del invierno, pero manejar en esas zonas puede ser complicado.
Las vacaciones de invierno suelen ser un período ideal para disfrutar y tomarse un descanso a mitad de año. Sin embargo, las condiciones climáticas de esta época pueden complicar el tránsito y la seguridad vial.
Las temperaturas gélidas, la baja visibilidad y las calzadas resbaladizas aumentan el riesgo de perder el control del automóvil y de sufrir un accidente. Conducir en esas condiciones requiere cuidados y conocimientos específicos, como, por ejemplo, cómo frenar y acelerar, cuándo utilizar cadenas o en qué marcha es más adecuado conducir. Adoptar un enfoque diferente en el estilo de conducción también puede ayudar a evitar situaciones difíciles.
Lo primero que tenemos que hacer antes de salir es controlar el estado de los neumáticos. La conducción segura en condiciones climáticas húmedas y nevadas requiere neumáticos en perfectas condiciones. Equipar al auto con cubiertas de invierno es una muy buena opción. Tienen un patrón de dibujo específico para una mejor tracción en nieve y en hielo y usan un único compuesto de caucho que se mantiene flexible con el frío y en condiciones húmedas.
Revisados los neumáticos y el estado general del auto nos preparamos para una conducción segura. Seguí estas recomendaciones:
- Averiguar el estado del camino y el clima antes de iniciar el recorrido y si no es conveniente no avanzar. Es preferible detenerse en un lugar seguro y continuar el viaje cuando las condiciones se presenten favorables para la conducción.
- Retirar la nieve de las ventanillas, de los espejos, de los faros y del techo de auto antes de comenzar a conducir.
- Evitar que entre nieve en el auto. Cuando derrite forma charcos y los pedales se ponen resbaladizos.
- Llevar anteojos de sol adecuados. Ayudan a reducir el reflejo del sol bajo del invierno en la nieve
- Evitar movimientos bruscos y violentos en la aceleración y la frenada.
- Desacelerar con la caja de cambios (rebaje) y no utilizar el pedal del freno. Así se reducen las chances de patinar.
- Aumentar la distancia de frenado. Con hielo o nieve en la calzada hay que estirar la distancia hasta ocho o diez segundos con respecto al automóvil precedente. El doble de lo que se aconseja en asfalto seco.
- Usar la marcha más larga posible. Así se transmite la menor fuerza posible a las ruedas cuando el auto acelera. Si se puede arrancar en segunda o tercera, mejor. En pendientes, la marcha más corta. Es para que el motor retenga al auto y se evite utilizar el freno.
- Evitar conducir por los surcos que dejan las ruedas; la nieve compacta está más helada.
- En caso de que esté nevando encender las luces bajas y antiniebla.
- Las cadenas son imprescindibles si el auto no tiene cubiertas específicas. Las más tradicionales son de acero cementado, pero también hay líquidas y textiles. Su función es asegurar la tracción. Se deben colocar cuando la calzada tiene nieve.
- Utilizar anticongelante en el circuito de refrigeración del auto. Es común que en los destinos invernales la temperatura esté por debajo del punto de congelación.
Por Gustavo José Andrade, director de Andrade Service y autor del libro automóviles híbridos y eléctricos. Además, en su taller se especializa en diagnóstico y reparación de autos