Las altas temperaturas que azotan a la Argentina reabrieron el debate y en esta nota derribamos el mito.
Uno de los temas más debatidos es si, durante la época de invierno, resulta necesario calentar el motor del auto antes de comenzar a circular. En generaciones pasadas se trataba de una práctica instalada. “Terminen de preparar el mate y las valijas mientras voy calentando el auto”, se escuchaba con frecuencia por la calles de la ciudad.
La idea de ralentí antes de conducir se remonta a la época en que los automóviles utilizaban carburador. Los motores más antiguos usaban carburadores para mezclar el aire y el combustible antes de que entraran en los cilindros. A bajas temperaturas, los carburadores tenían dificultades para vaporizar adecuadamente el combustible, lo que resultaba en una mezcla de aire-combustible pobre y un arranque difícil. Calentar el motor ayudaba a vaporizar el combustible de manera más eficiente, facilitando el arranque y el funcionamiento suave del motor.
Esta práctica consideraba, también, la necesidad de que el aceite del motor alcance una temperatura óptima para lubricar adecuadamente las piezas móviles y reducir la fricción y el desgaste. Además, permitía que otros fluidos del vehículo, como el líquido de la transmisión y el refrigerante, circularan de manera eficiente.
Por otra parte, los materiales utilizados en la fabricación de motores tenían diferentes tasas de expansión térmica. Cuando el motor estaba frío, las piezas no estaban en su tamaño óptimo, lo que podía causar un ajuste imperfecto entre las partes móviles. Calentar el motor permitía que todas las piezas alcanzaran sus dimensiones operativas correctas, reduciendo el desgaste y mejorando la eficiencia.
Con los avances en la tecnología de los motores y los lubricantes, la necesidad de calentar el motor durante largos períodos ha disminuido. Los motores modernos están diseñados para funcionar eficientemente casi inmediatamente después de arrancar.
Los aceites de motor actuales son mucho más avanzados, manteniendo su viscosidad y capacidad de lubricación en una amplia gama de temperaturas. Esto significa que incluso en climas fríos, el aceite puede fluir y lubricar rápidamente las partes del motor.
En conclusión, en lugar de dejarlo en ralentí durante varios minutos, los expertos recomiendan arrancar el motor y, después de unos 30 segundos, comenzar a conducir suavemente. Manejar a una velocidad moderada ayuda a que el motor y otros componentes del vehículo alcancen su temperatura de funcionamiento más rápidamente que dejándolo en ralentí. Esto también reduce el consumo de combustible y las emisiones de gases contaminantes.
Por Gustavo José Andrade
Director de Andrade Service
Autor del libro automóviles híbridos y eléctricos
Su taller se especializa en diagnóstico y reparación de autos
www.automovileshibridosyelectricos.com.ar