Probamos al histórico modelo, totalmente renovado, con motor de 175 CV y caja automática de 8 marchas.
PRESENTACIÓN
El año pasado Ford trajo a la Argentina una leyenda de la marca: Bronco. El símbolo de los vehículos todo terreno que fue un éxito de ventas entre 1966 y 1996, y volvió al ruedo 25 años más tarde en Estados Unidos, impulsado por sus fanáticos.
El vehículo le hace honor a su historia aventurera con algunos detalles del diseño que respetan el ADN y le agrega tecnología orientada a potenciar al máximo el confort y la seguridad. En el mercado local compite en el segmento de los SUV medianos, donde se destacan Honda CR-V, Jeep Compass, Peugeot 3008 o Toyota RAV 4, entre otros.
A nuestro país llegan las versiones Sport, más familiares que extremas, producidas en la planta de Hermosillo, México. Nosotros manejamos durante una semana la opción de entrada de gama, Big Bend. Nos fuimos hasta Chascomús para probarlo en ruta y también fuera del asfalto. Las conclusiones de este contacto se desarrollan a continuación.
DISEÑO EXTERIOR
Si hay algo que destaca al Bronco es su personalidad, no hay un solo trazo que se parezca a otro modelo. Es cuadrado, casi sin curvas, muestra temperamento y robustez, sin dejar de lado la estética. Fue desarrollado sobre un chasis monocasco modular que comparte con los Ford Kuga y Focus.
La zona frontal exhibe una trompa recta con una parrilla enmascarada en grafito y dos faros con tecnología full led. A su vez, las luces diurnas se presentan en forma lineal y los paragolpes disponen de una enorme protección plástica.
La versión Big Bend tiene como identidad los espejos exteriores en negro con luz de giro incorporada, las manijas de las puertas, los contornos de las superficies vidriadas y el techo del mismo color.
¿Dónde muestra su perfil aventurero? En las barras de techo longitudinales y en las llantas de aleación de 18” que calzan neumáticos de medidas 225/60 R18. También en las protecciones plásticas negras como una especie de estribos, en los zócalos de las puertas
La zona trasera es bien recta, con un portón homogéneo de doble apertura y ópticas de tecnología LED. Es la única zona done aparece el logo de Ford ya que en cada rincón hay un caballo o la palabra Bronco.
La versión que probamos tiene diferencias en algunas dimensiones respecto a la tope de gama ya que su perfil es más de un SUV urbano que de un 4×4 extremo. Los ángulos de ataque, salida y ventral son de 21°, 30° y 18° respectivamente. A su vez, su despeje al suelo es de 199 mm y la capacidad de vadeo, de 450 mm.
INTERIOR
La calidad del habitáculo es inobjetable como así también la evocación al pasado glorioso del modelo a través de varios detalles aplicados en diferentes zonas. En la parte superior de la plancha de abordo se ubica su pantalla táctil de grandes dimensiones.
Los asientos son realmente cómodos, con buenas sujeciones, y tapizados Easy Clean que presentan tres texturas diferentes. Su tela facilita la limpieza teniendo en cuenta que es un vehículo destinado a utilizarse en diversos terrenos.
Encontramos la postura ideal de manejo rápidamente a pesar de que la butaca cuenta con regulaciones manuales. Nos hubieran gustado eléctricas y con memoria para grabar posiciones. Por su parte, el volante multifunción (con comandos de audio, teléfono y computadora de abordo) puede ajustarse en profundidad y en altura.
Hay una buena visibilidad delantera aunque hacia atrás se complica por la reducida superficie de la luneta, problemática que se resuelve observando las imágenes que proyecta la cámara de visión trasera cuando realizamos maniobras en reversa.
El tablero de instrumentos combina el modo analógico con la tecnología digital. El velocímetro y el tacómetro conservan el estilo clásico, con agujas y números en blanco, sobre fondo negro, que garantizan una buena lectura, y en el centro hay un display TFT de 4,2 para la computadora de a bordo.
En las plazas traseras la distancia hacia el techo es razonable, pero no sucede lo mismo con el espacio para acomodar las piernas. Para nosotros, allí pueden viajar dos adultos y un menor, si lo que se quiere es conservar el bienestar en un viaje largo.
La capacidad del baúl es de 638 litros, suficiente para llevar todo lo que necesitamos en unas vacaciones familiares. Incluso se puede llegar a los 1.541 litros rebatiendo los asientos traseros. Además, nos resultó práctico la posibilidad de abrir solo la tapa o sólo la luneta, para cargar objetos cuando la Bronco está en lugares estrechos.
En el baúl se puede dividir el espacio de carga en dos partes a través de una práctica bandeja separadora que también puede convertirse en mesita. Otro punto favorable es que el piso y el respaldo son de goma removible, especial para cuando hay derrame de líquidos. Por otro lado, tiene iluminación direccionable y hasta abridor de botellas.
El Ford Bronco cuenta con diferentes alojamientos para que nada quede suelte en el habitáculo: dos posavasos debajo de la plancha de abordo, apoyabrazos delantero con guardaobjetos, apoyabrazos trasero con posavasos y guantera de gran profundidad.
EQUIPAMIENTO
El Ford Bronco dispone de apertura sin llave y el motor se enciende a través de un botón de arranque Ford Power. Tiene apertura y cierre centralizado con comando a distancia y el freno de estacionamiento es eléctrico, con la función Autohold.
Incorpora el sistema de conectividad SYNC 3 con una pantalla multitáctil de 8”, muy intuitiva y fácil de operar. Además, trae comandos por voz para diferentes funciones y es compatible con Android Auto y Apple Car Play.
En esa pantalla observamos las imágenes de la cámara delantera y trasera de 180°. A su vez, viene provisto de un cargador inalámbrico de celular y un equipo de audio premium con seis parlantes. De serie presenta también climatizador automático, Control de Velocidad Crucero, sensores crepusculares y de lluvia.
¿Qué le podemos reprochar? Como mencionábamos, no trae regulaciones eléctricas de las butacas delanteras como la versión tope de gama, ni tampoco techo panorámico. Además, ambas opciones vienen con una rueda de auxilio temporal.
SEGURIDAD
El nivel de protección que ofrece es sin dudas una de sus fortalezas. Para comenzar te decimos que posee 9 airbags de serie: frontales para conductor y acompañante, delanteros y traseros laterales, de cortina para ambas plazas y de rodilla para el conductor. Están complementados por los cinturones de seguridad inerciales de tres puntos.
El gran diferencial es el paquete de asistencias Ford Co-Pilot 360, donde se destaca el frenado autónomo de emergencia que actúa cuando detecta el riesgo inminente de choque y nosotros no reaccionamos apretando el pedal de freno. Además, incluye alerta de punto ciego, sistema de mantenimiento de carril y alerta de cansancio del conductor.
Para complementar su gran equipamiento de seguridad, también viene provisto de Distribución Electrónica Frenado, Asistente al Frenado de Urgencia, Control de Estabilidad y de Tracción, que se complementa con un Control de Torque en Curva.
Si inevitablemente se produce un impacto, el sistema post colisión activa las balizas y la bocina, y destraba las puertas para permitir que todos los ocupantes desciendan y se pongan a salvo.
Motor y comportamiento
Debajo del capot del Bronco está alojada una motorización turbo naftera 1.5 EcoBoost, de 3 cilindros en línea y 12 válvulas, con inyección directa, que eroga 175 CV a 6.000 rpm y alcanza un torque máximo de 258 Nm.
Las dos versiones se asocian a una caja automática de 8 velocidades, de doble embrague, y levas al volante. Una transmisión con pasaje de marchas instantáneos y casi imperceptibles, que aprovecha al máximo el potencial de un propulsor que siempre responde a nuestras exigencias.
Los consumos que registramos fueron bastante razonables teniendo en cuenta sus dimensiones y peso. A 100 km/h precisó alrededor de 6 litros para recorrer unos 100 kilómetros. Por otra parte, si tenemos en cuenta el tanque de combustible de 60 litros, obtiene una interesante autonomía pensando en realizar viajes largos.
La versión Big Bend que probamos fue configurada con un perfil urbano, más orientada a la conducción diaria y los viajes en ruta. Tanto las suspensiones como la tracción se ajustaron para darle versatilidad entre la ciudad y el ámbito off road.
Aprobó con buenas calificaciones la prueba de confort con todas las imperfecciones de nuestras calles gracias a la maniobrabilidad que ofrece su dirección y el mencionado reglaje de los ejes. A su vez, los frenos a discos en las cuatro ruedas brindan seguridad y confianza.
A simple vista parece un vehículo robusto y pesado, sin embargo, desde el volante transmite soltura y dinamismo. Eso no significa que pierda su fortaleza, todo lo contrario, muestra solidez y aplomo, con la asistencia permanente de las ayudas electrónicas ante una situación de riesgo.
Como decíamos, no tiene un perfil aventurero, pero cuenta con algunos equipamientos y dimensiones para superar el comportamiento de un auto convencional fuera del asfalto. Además de contar con tracción integral, suma un sistema de Gestión de Terreno denominado GOAT: Go Over Any Tire Of Terrain (Avanza sobre cualquier terreno), con cinco modalidades: Normal, Eco, Deportivo, Resbaladizo y Arena. En función de cada modo, modifica el mapeo del motor, la transmisión, la dirección y los frenos.
PRECIOS Y GARANTÍA
Ford Bronco Sport Big Bend: $6.058.000
Ford Bronco Sport Wildtrack: $7.027.000
Precios vigentes a noviembre de 2021.
Garantía: 3 años o 100.000 kilómetros.
FICHA TÉCNICA Y EQUIPAMIENTO
Descargar acá: FORD-bronco-sport-ficha-tecnica